El tiempo no existe-afirman algunos con sentencia casi científica-, es una medición creada por el hombre. Pero ayer fue primavera en nuestros cuerpos y hoy ha llegado el otoño en él ¿entonces?...
La evolución, en todos sus órdenes, necesita del tiempo; el embrión para desarrollarse sólo lo logra a través del tiempo; la flor para tornarse en fruto lo hace de la mano del tiempo.
Por el equinoccio los días son iguales a las noches, lo son en duración ya que la noche y el día son totalmente diferentes.
El tiempo deja en nosotros sus huellas como el invierno las deja sobre los campos.El tiempo enciende sus luces en los rostros de los jóvenes y en las ciudades pujantes como la primavera estalla en los jardines. Sólo que " el tiempo" afecta a cada uno de nosotros de manera diferente.
A unos les es indiferente; otros se aferran a sus manos huidizas con cierto sabor a lágrimas en sus bocas; otros se sientan frente a frente a dialogar con él.
¿Y a ti ,lector del blog, cómo te afecta el tiempo?.
¿A mí? Pues verás, siempre fui una atormentada por el pasar del tiempo.Creo que nada me ha dolido más.Rememoro en una calle, en el color del día, en un soplo de viento momentos que no es posible que vuelvan, porque ya sabemos ...la vida, el tiempo...se los llevan. Y aquí estamos nosotros perplejos, no sabiendo por qué nuestro pasar por el mundo debe, entre otros no explicables, experimentar este fenómeno doloroso. Aunque hay otros momentos experimentados que me llevan a decir-Qué suerte que nada es para siempre!
Ahora, ya sabes de qué manera me afecta este señor inaprensible.
Marita Faini Adonnino-Argentina
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